El dilema III: Sentir culpa de ser crossdresser



En las encrucijadas que se presentan con los dilemas, algunos pueden resultar leves, otros realmente importantes... Al dilema de la culpa, particularmente, lo encuadro dentro de los dilemas MUY IMPORTANTES.
La culpa es una espina que encarna demasiado profundo en nuestro cuerpo y modifica una gama inapreciable de actitudes y sentimientos, por lo que se impone un verdadero operativo para sacarla antes de que nos vuelva locas...
El sentimiento de culpa, lamentablemente, es común en el crossdressing. Culpa hacia mis padres, mis amigos, mi pareja, mis hijos.
CULPA...CULPA...CULPA...
Se muy bien que toda cross siente culpa por "esto de convertirse en mujer aunque sea un ratito" y escribí este dilema para que juntas ustedes y yo tomemos una pinza de depilar gigante y tratemos de sacarnos esta espina dolorosa que es la culpa.
De este dilema desprendo algunas perlitas:

1) Si el crossdressing me causa dolor y no un disfrute, entonces no me sirve. Esto debe ser una via de escape, un modo de vida, una fantasia o lo que quieras, PERO DEBE PROPORCIONARME SITUACIONES AGRADABLES (sino me quedo como estoy).

2) Todos los impulsos y deseos que uno reprime (en este caso puntual me refiero a la necesidad de vestirse de mujer), salen a la luz de todos modos y quizas se manifiestan del modo que menos nos gusta, sin poder controlarlo. Expresate del modo que quieras o puedas, mientras no ofendas a nadie...Cual es el problema? Lo importante es hacer las cosas en el momento en que tenes ganas de hacerlo, organizando las cosas de modo tal que todo salga perfecto...

La culpa: Un dilema kármico para una cross. Un virus que se mete en la cabeza y nos exprime las neuronas. Un puñado de dardos que buscan el blanco para destruir lo que verdaderamente somos.
CULPA...CULPA...CULPA
Todo un dilema...

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